La conductividad térmica es una propiedad física de los materiales que mide la capacidad de conducción de calor. En otras palabras, la conductividad térmica es también la capacidad de una sustancia para transferir la energía cinética de sus moléculas o átomos a otras adyacentes o a sustancias con las que está en contacto. Los materiales con alta conductividad térmica conducen el calor con facilidad, mientras que los materiales con baja conductividad térmica tienen dificultad para transmitir el calor.
El método establecido para la medida de conductividad térmica es la sonda de Gustafsson o TPS (Transient Plane Source). La sonda fue inventada por el fundador de nuestra representada HotDisk, el Dr. Silas E. Gustafsson en 1986. Esta sonda permite la medida rápida, precisa y en un ensayo no destructivo de la conductividad térmica, la difusividad térmica, la efusividad térmica y la capacidad calorífica específica de la mayoría de los materiales en una única medida. La conductividad térmica y le difusividad se miden directamente, el resto son parámetros calculados. Algunos ejemplos de aplicación: metales, polímeros, cerámicas y materiales compuestos.
Uno de los aspectos clave del método TPS es que es absoluto. No es necesario realizar calibraciones repetidas o utilizar materiales estándar. El método TPS es muy flexible y solo requiere una o dos piezas del material en cuestión, cada una necesita únicamente una superficie plana donde el sensor de doble espiral puede colocarse. No hay necesidad de disponer de geometrías fijas, agentes de contacto o modificaciones de superficie.
La técnica se menciona en numerosos artículos de investigación y desde 2008 el método ha sido estandarizado en la norma ISO 22007-2.
La sonda Gustafsson es capaz de medir la conductividad térmica en un rango de temperatura desde -200°C hasta 1000°C y tiene una resolución de 0,1mW/m·K.